Associazione Culturale Mubat

La guerra en casa, un país entre el dolor y la destrucción

Bombas sobre las ciudades

Los bombardeos sobre Italia comenzaron el día siguiente a la declaración de guerra en Francia e Inglaterra, pero se intensificaron en 1943 a medida que la situación en África evolucionó. Al principio, fue la RAF la que afectó a las regiones italianas desde sus bases en el norte de África y Malta.

Roma

Roma, como todas las ciudades italianas, no fue perdonada y en particular se recuerda el bombardeo de San Lorenzo, poblado barrio central, que fue afectado por artefactos destinados a instalaciones militares.

Milano

La resistencia alemana al norte de Italia y el nacimiento de la República Social Italiana determinó la continuación de los bombardeos en todas las regiones y no ahorró objetivos civiles, como documentan estas fotografías de la agencia Pubblifoto ahora en el Archivo Histórico IntesaSanPaolo.

AAtaque al tejido industrial.

Las industrias italianas fueron el objetivo primero de los aliados y luego de los alemanes en retirada. Se vieron afectados sobre todo asentamientos industriales y militares, pero las poblaciones civiles no se salvaron, contribuyendo a cambiar la percepción de la guerra en gran parte de la nación.

Las fotos ilustran los daños sufridos por las instalaciones de la Napoletana Gas en Nápoles en marzo de 1943. Los ataques continuaron más tarde y la destrucción de las instalaciones fue completada por los alemanes que en octubre, antes de dejar la ciudad en retirada, destruyeron lo que aún estaba intacto.

Napoli 1943 – officina del gas Heritage Lab Italgas

Los niños son las víctimas más indefensas

Las poblaciones civiles sufrieron las peores consecuencias, sin defensas a merced de los ataques que llegaban del cielo.

En el siguiente vídeo, del que la asociación Mubat ha solicitado la digitalización al IWM, se reanuda el bombardeo de Buccino, ciudad que ha pagado un pesado tributo a la guerra.

La RAF y la USAF montaron, bajo las bandejas de los aviones, cámaras para documentar sus acciones y el vídeo se refiere al bombardeo del 16 de septiembre de 1943. En esa acción murieron 44 personas, de las cuales 10 eran niños, golpeados en uno de los momentos de ocio que se habían acordado durante los combates. Los niños jugaban al balón en la plaza de Buccino cuando llegaron los aviones ingleses, al bombardeo de alta altitud se unió también una ametralladora por parte de los aviones de escolta. La fría finalidad documental del vídeo raya con la amarga realidad del acontecimiento.

National Archives and Records Administration – serie Children of Naples

IWM – IWM – imágenes tomadas el 16 de septiembre de 1943 por el operador Wright a bordo de un avión del 223 bandada despegado de la base de Cerbini

Los bombardeos y los enfrentamientos no salvaron a ninguna ciudad o pueblo de la provincia de Salerno. Además de Buccino, donde los aliados creían erróneamente que estaban los alemanes, también Altavilla fue bombardeada masivamente, así como Battipaglia, considerada objetivo crítico y arrasada. También en Vallo della Lucania un bombardeo de origen controvertido provocó la muerte de algunos niños en el barrio Spio.

La llanura del Sele se convirtió en un enorme campo de batalla, en el cual no siempre era posible comprender de qué lado podía llegar la destrucción, las ciudades fueron abandonadas por las poblaciones que buscaron refugio en las zonas más inaccesibles, como las cuevas de Olevano en el Tusciano, donde estaban alojados, en precarias condiciones miles de desplazados.

La destrucción del patrimonio cultural

Las bombas no evitaron los lugares de conservación de la cultura. Caso significativo es el de la hoguera que destruyó los registros de la cancillería de la angioina.

Los antiguos fondos pergaminos e impresos habían sido transferidos durante la guerra al depósito antiaéreo del Archivo de Estado de Nápoles, ubicado en San Pablo Belsito cerca de Nola, sede más segura debido a los bombardeos aliados.  El 30 de septiembre de 1943, un equipo de averías del ejército alemán en retirada prendió fuego al sitio, sin duda no ignorando la importancia de esa documentación.

Ya en 1944 comenzó un proyecto de reconstrucción «virtual» del archivo gracias a la determinación de Riccardo Filangieri y Jole Mazzoleni, que recogieron a los estudiosos que habían examinado esos papeles antes de su destrucción.

El enorme proyecto sigue en marcha y se benefició de la contribución y de los materiales de muchos estudiosos en Nápoles y en todos los demás lugares donde fue posible encontrar referencias a la documentación destruida (archivo de la reconstrucción angioina).